sábado, 27 de noviembre de 2010

Otra vez navidad

Otra vez los medios de comunicación pasando campañas contra la pólvora. Otra vez la prohibición. Otra vez la incautación. Otra vez explota el depósito clandestino. Otra vez la tragedia y otra vez el Alcalde, como en un safari, prometiendo recompensa a quien le ayude a “cazar” a los polvoreros. ¿Y la solución definitiva?

Una vez ocurrida la tragedia sale el funcionario encargado del orden público a recordar que desde el pasado 04 de noviembre se expidió el decreto que prohíbe la pólvora, eximiéndose así de cualquier tipo de responsabilidad. ¿Y por qué se prohíbe solamente desde noviembre? Acaso para no dañar las fiesta patronales que organizan las distintas parroquias? O acaso ¿la pólvora en La Ceja solo es mala en el mes de diciembre?

Otra funcionaria al ser interrogada acerca de las medidas que se han tomando para evitar tragedias como la muerte de un niño, manifestó que si estaba tomando medidas y que la primera era recordar que en el municipio la fabricación, comercialización y transporte de pólvora estaba prohibida. ¿Qué medidas no sancionatorias se toman durante el resto del año?
Que pena señores funcionarios pero están totalmente equivocados, están buscando la fiebre en las sábanas. Ni el Gobierno Nacional ni el local ha sabido manejar el problema, igual que no lo supieron manejar administraciones anteriores de las cuales hice parte. La prohibición no erradica el problema.

Las aproximadamente 25 familias de polvoreros de La Ceja, no saben hacer otra cosa. Esta es una costumbre que heredaron de sus ancestros, Francisco Ruiz escasamente fue a la escuela, desde niño se dedicó a ayudarle a su papá a elaborar la pólvora que almacenaban en su casa a escasas cuadras del parque, ¿Si deja este peligroso oficio de que va a vivir? Pero ese no parece ser problema del Alcalde el no les acepta, “no va a tolerar” esta justificación.

No es lógico que sea el propio Ministerio de Defensa quien a través de su empresa INDUMIL venda y facture, con toda clase de impuestos, los insumos para fabricar la pólvora. La prohibición de la pólvora puede ser legal, pero lo que si es totalmente injusto es que luego de que el Estado, hace una venta legal, se lucre a costa de los polvoreros, sea el mismo Estado quien los persiga como verdaderos delincuentes.

Si el Dr. Rubén Darío Bedoya Otalvaro persiste en su tozudez y no acepta que estas familias subsisten de la pólvora, que no saben hacer otra cosa y que por lo tanto hay que adiestrarlos en otros artes y oficios. Debemos esperar, primero a que pase la navidad para olvidar el tema y segundo esperar que la misma pólvora extermine al ultimo de los polvoreros y a sus familias, porque la suplica de Pacho Ruiz para que “le enseñen a hacer otra cosa y dejar ese oficio tan peligroso” sólo será respondida con medidas represivas, durante noviembre y diciembre y el resto del año tendrá que seguir escondiéndose para obtener el sustento de sus hijos.

Sólo consuela a los polvoreros de Payuco pensar que el próximo año hay elecciones, y que por allí estarán los candidatos prometiéndoles ayudas tal y como lo hizo en su momento el actual Alcalde, pero luego sólo se acordarán de ellos para ofrecer recompensas por sus cabezas y para quitarles la pólvora, sólo durante navidad porque en el resto del año absolutamente a nadie le interesa el tema.

COLUMNA DE OPINION
Jhon Jairo Echeverry Salazar
Foto El Colombiano.com

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