Hay doce partidos y/o movimientos políticos que pueden otorgar aval (La U, Partidos CONSERVADOR, LIBERAL y VERDE, CAMBIO RADICAL, AICO, ASI, PIN, AFROVIDES, POLO, MIRA y MIO).
Ya cuentan con su aval las dos damas con la U y el Partido Conservador, a María Ilbed Santa, también la apoyan Cambio Radical y AICO. A Gildardo Lopera, ya le prometió el aval el Partido Liberal, y le manifestó su apoyo el Partido Verde, es posible por lo tanto que ASI, por su cercanía con Fajardo, también llegue a esta campaña.
Quedan entonces cinco avales. Los candidat@s y sus equipos deben estar calculando milimétricamente cada uno de sus movimientos para no dar ventaja a sus opositores y asegurar el apoyo de la mayor cantidad de partidos. ¿Y los otros candidatos?
El que aparentemente parece tener mayor tranquilidad es Alberto Patiño, quien madrugó a recoger firmas y a presentarlas a la Registraduria; sin embargo, no tiene nada definido y hoy lo acosa la incertidumbre.
Gildardo Lopera ha continuado recogiendo firmas, previniendo lo que pueda ocurrir con las acciones jurídicas que vaya a emprender Miguel Gallego, quien no quedó nada satisfecho con el tratamiento infame que le dio el Directorio Liberal Departamental, en donde reina el caos y prima la politiquería.
Gallego aspira a tener opción de pelear el aval del liberalismo por la vía judicial, de lo contrario tiene un futuro nada prometedor, tendrá que acudir a la recolección de firmas y renunciar al liberalismo para poder aspirar válidamente.
Rodrigo López Ríos llegó tarde al proceso interno que se surtió dentro del Partido de la U, o tal vez le están cobrando su apoyo a la candidatura del actual Alcalde, a pesar de que la U tenia candidato propio y otros más afines a sus convicciones, pero eso es lo que menos importa, pues en asuntos de campaña lo que interesa es estar con el ganador.
Y aún más tarde llegó Jorge Humberto Bedoya, con su soporte fundamental, Rubén Darío Quintero, aniquilado por la justicia penal, no parece de dónde poder echar mano. Cambio Radical está comprometido hasta el tuétano con María Ilbed y parece que por allí no hay opción.
En una situación similar a la de estos dos últimos está Rubén Valencia. De ser uno de los más firmes aspirantes, de un momento a otro, se le ensombreció el panorama y su situación hoy es desalentadora.
A quienes aún no garantizan su participación en los comicios de octubre, sólo les resta aspirar por uno de los cincos partidos o movimientos que no han otorgado aval, sin olvidar lo de la doble militancia que hoy como una espada de Damocles pende sobre ellos.
Otra opción son las firmas, tarea nada fácil, primero por la logística que se requiere para su recolección, segundo por la paquidérmica gestión de la Registraduria Nacional del Estado Civil y tercero porque ahora no es que las pólizas sean muy caras, sino que antes eran demasiado baratas.
Como en la cita bíblica: son muchos los llamados y pocos los escogidos o simplemente no hay avales pa´ tanta gente.
PD. ¿Le es permitido a un tío y a su sobrino aspirar, simultáneamente, a la Alcaldía y al Concejo del mismo municipio y por el mismo partido político?.
COLUMNA DE OPINIÓN
Jhon Jairo Echeverry
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