Un ex precandidato por el partido de la U acaba de narrar que Sergio Fajardo, en su visita a La Ceja, preguntó quiénes eran los personajes importantes que nos pudieran representar con orgullo en otras instancias, se “escucharon los nombres de Monseñor Alfonso Uribe, Gregorio Gutiérrez González”.Y remata diciendo que “Fajardo se llevó una lista de cejeños ilustres”. Me supongo, que para incluirlos en su equipo de trabajo encargado de elaborar su programa de gobierno, o para que sean la cuota cejeña en el gabinete departamental. Tal vez han quedado esperanzados en que Fajardo los nombre, a Monseñor Uribe Jaramillo como Gerente de la FLA, y que el gran vate del cultivo del maíz sea el nuevo Director de INDEPORTES ANTIOQUIA (salvo mejores ofrecimientos).
Ese tipo de propuestas hacen recordar al eterno candidato Gabriel Antonio Goyeneche Corredor, quien nació, no se sabe cuándo, porque jamás reconoció su verdadera edad ni nadie consiguió ver su cédula de identidad. "Esa es una pregunta que no se le debe hacer a las mujeres ni a los políticos", dijo en cierta ocasión.
Goyeneche fue maestro en una escuela rural. Pero cayó en desgracia por sus extravagancias. Sus jefes y padres de familia lo tacharon de haberse deschavetado y ser un peligro para la educación de los alumnos. Se fue a Bogotá a mediados de los años cincuenta y dio rienda suelta a la vena política. Hizo alianza con los estudiantes universitarios y se presentó a las elecciones. "¡Viva Goyeneche, candidato del pueblo!", vociferaban los estudiantes que lo acompañaron a la inscripción de la candidatura. Un fotógrafo quiso inmortalizar la escena, pero Goyeneche, dijo: "No me gustan los reportajes ni las entrevistas. Detesto las fotos. Sólo muestran el exterior del ser humano".
En 1958 encabezó la campaña a la presidencia de la República por el Movimiento Revolucionario Liberal. De su programa de gobierno destacaba su idea de pavimentar el Río Magdalena: "Es muy fácil y barato: como ya tiene agua y arena, lo único que hace falta es echarle cemento".
En 1966 repitió en las elecciones presidenciales, su principal propuesta consistía en poner una marquesina sobre Bogotá. Después de votar, tuvo una indisposición. Salió corriendo hacia una cafetería cercana. Más tarde, con el intestino aliviado, declaró: "Esto de ser candidato no es cuestión baladí, la angustia se paga con diarrea".
En 1970 de nuevo se enfrentó a las candidaturas de Misael Pastrana Borrero y Gustavo Rojas Pinilla. En una rueda de prensa, uno de los periodistas le preguntó: "¿Es verdad que usted inventó un remedio contra la calvicie?". "Efectivamente, y quienes siguieron mis instrucciones gozan de buena pelambrera" dijo. "Sin embargo -replicó el periodista-, usted, doctor, continúa calvo", a lo cual respondió: "Mis inventos no son para beneficio propio. Lejos de mí semejante ambición. Sólo trato de prestar un servicio". Goyeneche también inventó el inodoro sin agua ni papel higiénico. "Se trata de un excusado sin tubería de desagüe -explicó-. En vez de la tubería de desagüe se colocará un horno crematorio para convertir la mierda en caca. ¿Me hago entender?".
En 1978, cuando estaba en el lecho de la muerte, los universitarios inscribieron su candidatura a la presidencia. "Colombia está en el hoyo, vota por Goyo", era su consigna.
Goyeneche puede descansar en paz, porque nuestros nuevos lideres están dispuestos a garantizar que su creatividad para cautivar votos no desparezca.
COLUMNA DE OPINIÓN
Jhon Jairo Echeverry Salazar
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