Hace algunos días caminaba por la única vía semiepeatonalizada que tiene La Ceja. Era un poco tarde y la soledad se había apoderado de la noche. En la otra orilla caminaba una mujer de unos treinta años. Tìmidamente me miraba en espera de una señal para hacerle compañía hacia su lugar de destino. Tenía miedo.
Hagámonos compañía, me dijo, ahora esto esta muy peligroso y uno nunca sabe que pueda pasar, me advirtió. Caminamos varias cuadras, me algunas historias recientes que conocía perfectamente como cuando atracaron a plena luz del día a una anciana que iba al mercado a comprar algo para el diario. Me confesó que siente temor cada que va a su casa, pues aunque muchos la conocen, no está exenta de pasarle algo. La mujer reside cerca a 'Palenque' en Obreros de Cristo.
Desde muy joven creció en medio de una situación que no es desconocida para muchos. Este barrio pasó de ser el preferido por cejeños para su entretenimiento, a ser el más temido para recorrer. Este estigma, le cambió la dinámica a quienes habitan el barrio. El miedo, la impotencia y la zozobra han sido la constante por muchos años.
Por fortuna y en buena hora, esta Administración ha pensado en una radical transformación del barrio. Construyó con ayuda del Gobierno Nacional una nueva Estación de Policía y se apresta a comenzar a materializar un proyecto de renovación urbana por medio de la construcción de vivienda de interés social. Ya era justo, que quienes soportaron a los jíbaros, los sicarios y a los ladrones, disfrutaran de un espacio soñado, donde prime la tranquilidad y dónde mujeres como la que encontré esa noche puedan caminar tranquilas, sin ningún peligro, al fin de cuentas todos anhelamos estar seguros y vivir en paz.
Foto: Cortesía La Ceja de tantos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario