Una calle de honor en Rionego recibió al campeón de la versión numero 60 de la Vuelta a Colombia. La alegría de sus habitantes no era poca. Un hijo suyo, Sergio Luís Henao se había coronado como el triunfador de la competencia más importante del país.
Su papá siempre soñó que fuera ciclista desde niño. Desde que le compró su primer triciclo ya pensaba en las capacidades que tendría Sergio.
Su éxito no le ha quitado su humildad. Aún vive con sus papás en una vereda de Rionegro. Hoy todos sus vecinos quieren acercarse a él para conocer detalles de su triunfo.
Compartimos con nuestros lectores el orgullo que sentimos por la victoria de uno de nuestros paisanos. Acá algunos apartes de una entrevista que dio Sergio Luis Henao al periódico El Espectador.
¿A quién le dedica el título?
A la Gobernación de Antioquia, que apoya mucho el ciclismo; a la gente de Indeportes en el departamento, a mis compañeros del alma, a mi familia, a mi abuela, a mi tío y a toda la afición paisa. A mi papá, quien quiso ser ciclista y no pudo, pero hizo todo lo posible para que yo sí lo consiguiera. Todo su esfuerzo valió la pena y espero que esté orgulloso de mí.
¿Qué sintió al ver tanta gente apoyándolo en las calles?
Una alegría enorme, me emocioné al ver mi apellido escrito en el piso varias veces. La gente se portó muy bien conmigo, pero no sólo en Antioquia, sino en todo Colombia.
¿Qué planes tiene para el próximo año?
Todavía no he definido nada. A mí me gustaría correr en Europa y estar en las grandes carreras, pero no tengo ofertas concretas. Vamos a ver también qué acordamos con el equipo Orgullo Paisa, porque me he sentido muy cómodo aquí.
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