miércoles, 8 de septiembre de 2010

Siguen los robos: ni la tienda de Camilito se salva

Como una gran pérdida para el patrimonio y el comercio de La Ceja calificaron los historiadores cejeños, la muerte de Fabio Orozco Valencia, hijo del popular tendero “Camilito” y que había mantenido la tradición de su padre desde el año 1975, incluso siendo consciente que la tienda ya no daría las mismas utilidades.

El domingo, cuando apenas eran las 3 de la tarde, desconocidos ingresaron al establecimiento, amordazaron a Fabio y a su hermana Fabiola, los golpearon y hurtaron cerca de dos millones de pesos en moneda extranjera.

“Al señor Fabio Orozco y a su hermana, los encontraron atados de pies y manos. Tenía heridas con arma contundente, pero no se sabe si falleció por las lesiones o por problemas cardiacos”, indicó el Intendente Jefe, Yeison Durango, comandante de Policía de La Ceja. Fabiola, otra de las hijas de Camilito que permanecía en la tienda, resultó afectada en el hecho, por lo que tuvo que ser trasladada de urgencia a la Clínica Cardiovascular de Medellín.

Sus familiares entablaron una denuncia formal por el hecho. Ayer las autoridades de Policía realizaron un consejo extraordinario de seguridad para establecer las causas del hecho y dar con el paradero de los delincuentes. La Administración Municipal estableció una recompensa de 10 millones de pesos para la persona que ofrezca información veraz sobre este hecho.

Una tradición que se pierde
La tienda de Camilito, uno de los íconos de la cultura cejeña, abrió sus puertas hace 80 años. Camilo Valencia heredó a sus hijos Darío, Fabiola, José y Fabio el popular negocio, que se mantuvo abierto durante todo este tiempo.

En declaraciones al Informativo de Oriente, el historiador Rubén Darío Valencia lamentó el hecho, no sólo por la pérdida humana, sino por lo que eso implica para el sentido de pertenencia y la tradición municipal.

“Fue la única tienda que mantuvo durante un buen tiempo la venta de todo tipo de elementos que utilizaba la gente para sus enfermedades, ojalá esa tradición no se pierda”, indicó Valencia.

En la esquina de Camilito se vendían artículos tan antiguos como alpargatas, jabón de tierra, uñas para tocar guitarra o cualquier menjurge para curar algún dolor, en un espacio que a pesar de la modernidad mantuvo intacta su esencia y su infraestructura. De la descendencia del primer tendero cejeño solo quedan dos personas, Fabiola (hoy remitida a la Clínica Cardiovascular) y José Orozco.

La mayoría de los cejeños tienen como referente la Tienda de Camilito, para encontrarse y partir de allí nuevos caminos. Hoy día, la tienda está cerrada. La delincuencia que nos azota, sin ningún pudor, se llevó no sólo unos cuantos dólares, sino toda una tradición en La Ceja.


Conozca más sobre esta popular tienda. Escritura cejeña - La Ceja de Tantos
Fotos: Cortesía La Ceja de Tantos

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